Los cambios posturales son unas maniobras necesarias para evitar o, como mínimo, minimizar los perjuicios derivados de una inmovilidad mantenida en el tiempo.
Una de las consecuencias más preocupantes de la inmovilidad constante es la aparición de llagas y otros problemas sanitarios que pueden menoscabar el estado físico de las personas encamadas.
Este mal aflige a personas dependientes y ancianos y es difícil remediarlo al 100% en todos los casos; sin embargo, si se pueden minimizar de forma considerable estas consecuencias, siempre y cuando se tomen las medidas higiene y posturales precisas.
Las llagas o úlceras por presión se producen por una falta de irrigación por inmovilidad, especialmente en los puntos de presión corporales, es decir, en las zonas donde está apoyada la persona. Esta presión impide que la sangre y otros líquidos vitales lleguen correctamente y nutran a todos los tejidos.
Realizar movimientos periódicos de los miembros y otras zonas del cuerpo, así como masajes, se convierte en primordial para evitar las llagas por presión.
Las personas sanas realizan cambios posturales habituales para evitar las molestias derivadas de mantener una misma postura y la presión que se mantienen sobre todos los tejidos en los que nos apoyamos (articulaciones, músculos, piel…)
Las personas con cierto grado de inmovilidad no pueden realizar por sí mismas dichos cambios posturales, por lo que se arriesgan a que se produzcan daños físicos derivados de una presión constante sobre una misma zona. Desde dolores, molestias o contracturas hasta lesiones más graves, como pueden ser las úlceras por presión, que pueden suponer un importante riesgo para la salud.
Las personas encargadas del cuidado de personas mayores y dependientes, por tanto, deben ayudarles a realizar estos cambios de forma periódica, controlando el tiempo en el que se mantienen en cada postura.
Estos cambios posturales asistidos deben hacerse por personas que tengan la experiencia suficiente para que la maniobra genere las mínimas molestias posibles a la persona encamada. Estos cambios, bien realizados, evitarán que se produzcan daños tanto en el cuidado como en el cuidador.
Además, una cuidadora con experiencia será capaz de identificar los primeros signos de una lesión producida por una excesiva presión sobre la zona, y, por tanto, poner sobre aviso al personal médico para que se tomen las medidas adecuadas.
Nuestra empresa especializada en cuidado de mayores le proporciona personal capaz de llevar a cabo todas las prácticas y tareas necesarias para mejorar el estado de los pacientes enfermos, mayores y dependientes.
La atención constante en todos los aspectos es primordial, sobre todo en lo que concierne a las llagas y escaras, uno de los males desgraciadamente típicos que afligen, en algunos casos innecesariamente, a muchos mayores y enfermos de movilidad reducida.
Además de proporcionarle personal especializado en todo tipo de cuidados de mayores y dependientes, podremos informarle sobre todas las opciones de las que disponen para facilitar cualquier tarea de movilización así como mobilliario que contribuye a evitar la formación de las temidas úlceras por presión, como por ejemplo los colchones antiescaras.
Contacte ya con nosotros para contarnos sus necesidades. Nos adaptaremos para proporcionarle justo lo que necesita en los horarios en que lo requiera.
Contacte ya con nuestra empresa de Cuidado Mayores Madrid para más información.
Responsable: MIT Asistencia a domicilio Finalidad: envío de publicaciones y algunos correos comerciales. Legitimación: consentimiento del interesado. Destinatarios: Sus datos no serán cedidos a ninguna empresa, salvo obligación legal. Derechos: podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos. Tienes más info en: https://cuidadomayoresmadrid.net/aviso-legal-politica-privacidad/.