Inicio » Úlceras por presión o escaras: qué son y como identificarlas
Las úlceras por presión, o también llamadas escaras, son uno de los riesgos más comunes que puede padecer una persona que ha de permanecer en la misma posición por mucho tiempo, bien por que tiene una movilidad reducida o bien por que se encuentra hospitalizada o convaleciente de alguna enfermedad o lesión.
Se trata de lesiones que es muy importante prevenir ya que, de no controlarlas, pueden entrañar como mínimo un problema de salud para la persona que las sufre, llegando a ser incluso un riesgo para su salud general, ya que pueden derivar en infecciones severas.
Por eso, desde Cuidado Mayores Madrid queremos hacer hincapié en la importancia de controlar este tipo de riesgo, prevenirlo, y, en caso de llegar a darse, actuar de la forma más rápida y eficaz posible.
¿Qué son las úlceras por presión?
Se trata de heridas que se forman en la piel producidas por un roce o presión continuada sobre la misma zona durante mucho tiempo. Esta presión impide que la circulación de la sangre fluya con normalidad por lo que la piel no está correctamente oxigenada y nutrida, lo que puede provocar la muerte del tejido afectado. Es en ese momento cuando se producen las llagas o úlceras.
Hay gente más predispuesta a padecerlas, por lo que deberemos prestar especial atención a las personas que se encuentren en una o varias de estas situaciones:
-Personas encamadas o postradas en silla de ruedas durante mucho tiempo.
-Personas con movilidad reducida, sobre todo en ciertas partes de su cuerpo.
-Personas con piel frágil y sensible
-Personas con problemas en el riego sanguíneo, derivado por ejemplo de diabetes.
-Personas desnutridas
-Personas con trastornos cognitivos como enfermos de Alzheimer o demencia.
Desde Cuidado Mayores Madrid le recomendamos que ponga especial atención a las personas con estas patologías que estén a su cuidado, con el fin de prevenir la aparición de estas úlceras o detectar de forma temprana su aparición.
Las zonas que se ven más comúnmente afectadas coinciden con aquellas en las que habitualmente se realiza más apoyo del cuerpo cuando se está sentado o tumbado: glúteos, caderas, tobillos y talones en los miembros inferiores y espalda, hombros y codos en la parte superior. También hay que prestar especial atención a la zona posterior de la cabeza, en la que descansa muchas veces el peso, sobre todo de personas que reposan muchas horas en la cama.
¿Cómo identificar las úlceras por presión?
Las úlceras por presión pueden presentar un aspecto diferente, en función de en qué grado o etapa se encuentran. Hay que tener en cuenta el grado en el que estén también determinará la gravedad de las mismas.
Lo ideal es evitar su aparición, pero una vez hecho, la detección temprana es muy importante para evitar su avance, por eso recomendamos contar con ayuda.
La etapa I se correspondería con la etapa de gravedad más leve. En ella el área de la piel afectada aparece enrojecida y es dolorosa al tacto. Al presionarla, no cambia de coloración a blanca.
En la etapa II ya se puede apreciar claramente una llaga o la formación de ampollas rodeadas por una zona de piel enrojecida e irritada.
En la etapa III aparece claramente un agujero abierto en la piel. Este agujero además tiene aspecto hundido y apreciará que debajo de la piel el tejido se ve dañado. Incluso puede aparecer grasa en dicho agujero.
En la etapa IV el daño ya es de tal gravedad que ha podido llegar a afectar incluso al músculo o el hueso.
Tenga en cuenta además que existen otros tipos de llagas que podremos identificar por la coloración que presentan, distinta a la de una zona de piel sana. De esta forma si observamos coloraciones amarillas, marrones o verdosas sabremos que esa zona está dañada. Se trata de zonas de piel muerta, que debajo esconden una zona profunda más dañada y que es muy importante evaluar.
También deberemos estar atentos a aquellas lesiones de coloración marrón o púrpura que pueden indicar la existencia de una lesión cutánea por debajo, que puede evolucionar rápidamente a una úlcera ya de grado III y IV, los más graves.
Consulte el siguiente artículo de Cuidado Mayores Madrid acerca de cómo prevenir la aparición de las úlceras por presión y como tratarlas cuando ya se han establecido.
Impedir que las llagas aparezcan es una de las tareas de los profesionales de asistencia a dependientes. Estos pacientes, sobre todo los encamados, tienen problemas específicos. Cuidado Mayores Madrid queremos recordar que la inmovilidad puede tener graves consecuencias, como el empeoramiento de zonas corporales sensibles a una mala irrigación.
Con un mal riego sanguíneo de la zona empieza la UPP, que no siempre es fácil de detectar en su primera fase. Ese riego deficiente se compromete aún más con la presión que ejerce determinado objeto exterior, como puede ser un sillón, colchón, las arrugas de las sábanas… Evitar las úlceras por presión implica conocer sus fases, que son cuatro:
Las medidas para evitar las UPP, deben combinar movilización con otros trabajos específicos. La movilización es fundamental en personas que no pueden moverse por ellas mismas. Lo peor es que queden zonas del cuerpo mucho tiempo contra el colchón, un cojín, el respaldo de un asiento… Hay que evitar la presión de los objetos.
Por ejemplo, es fundamental que las camas de las personas donde reposan las personas inmóviles o de movilidad reducida, no tengan arrugas ni bultos que puedan perjudicar a los pacientes. También pueden obtenerse camas especiales para evitar llagas, camas antiescaras que pueden resultar una solución complementaria a las movilizaciones.
La higiene de las zonas potencialmente enfermas debe ser total, y sobre todo el secado, pues la humedad propicia la aparición de llagas y de otros problemas de salud.
La prevención de las úlceras de presión es una tarea fundamental de la que debe encargarse cualquier persona que tenga a su cuidado a una persona mayor.
Una vez conozca en qué consisten y cómo identificarlas, el paso siguiente más importante es aprender a evitarlas y detectar si ya han aparecido.
Desde Cuidado Mayores Madrid le aconsejamos que de forma rutinaria realice una comprobación de todas las áreas de la piel que pueden verse afectadas por este tipo de ulceraciones. Además de la revisión, existen ciertas medidas de prevención que puede adoptar para evitar la aparición de estas lesiones.
PREVENCIÓN DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN
Revisión rutinaria
Revise de forma diaria la piel de la persona bajo su cuidado. Ponga especial atención a las áreas más propensas para la formación de las úlceras por presión como pueden ser: glúteos, tobillos, talones, espalda, codos, y parte posterior de la cabeza.
Las áreas que permanezcan enrojecidas, tiempo después de haberse movido, deben llamarnos la atención, ya que podrían marcar una úlcera incipiente.
Rutina de limpieza y aseo
Mantenga una rutina de limpieza adecuada.
Cada vez que limpie una zona de la piel, o realice una ducha, asegúrese de secar correctamente toda la superficie cutánea, con más atención a las zonas donde se formen pliegues de la piel, donde puede acumularse más humedad. La piel debe mantenerse siempre limpia y seca.
Utilice siempre productos de limpieza y cuidado corporal neutros y lo más suaves posible, específicos para el tipo de piel de la persona. Evite todos aquellos que pueden provocar cualquier tipo de irritación. Asimismo, utilice siempre agua tibia durante el lavado y no excesivamente caliente, que puede irritar la piel.
Cualquier tipo de crema o loción que se aplique, además de ser adecuada para su tipo de piel, debe absorberse rápidamente, evitando formar películas grasas sobre la piel, lo que contribuiría a formar llagas.
Es importante el uso de este tipo de productos para mantener siempre la piel hidratada y nutrida. Una piel seca es más propensa a irritarse y descamarse.
ROPA DE CAMA Y VESTUARIO
Los tejidos que se utilicen, tanto para la ropa de cama como para la de vestir, deben ser lo más naturales posibles y transpirables para evitar irritaciones por falta de la adecuada transpiración.
Toda la ropa debe mantenerse limpia y seca y deben evitarse la formación de arrugas que pudieran producir marcas o irritaciones en la piel.
ERGONOMÍA Y POSTURAS
Se deben utilizar protectores y fundas acolchadas para que se ejerza menos presión sobre la piel al mantenerse en una postura.
Desde Cuidado Mayores Madrid incidimos en la importancia de que las personas encamadas o en silla de ruedas deban movilizarse cada cierto tiempo para evitar mantener la postura durante un tiempo especialmente prolongado, no solo para evitar la formación de úlceras por presión, sino para evitar otros problemas derivados de la inmovilidad como la interrupción del riego sanguíneo, rigidez artícular, debilidad, etc.
Cada dos o tres horas procure movilizar a la persona en la medida de lo posible para favorecer un cambio de postura y evitar sobre todo que se mantengan sobre la misma zona de presión todo el rato.
La postura ha de ser lo más cómoda y ergonómica posible, intentando que se mantengan enderezados y la columna correctamente alineada, de forma que además se distribuya el peso equitativamente.
Evite el roce de las articulaciones con prominencias oseas. Por ejemplo, mantenga rodillas y tobillos separados.
No arrastre a la persona sobre la superficie, ya que le puede provocar quemaduras en la piel por el roce. Siempre es mejor movilizarla con ayuda de otra persona para evitar esta maniobra.
En personas encamadas, evite elevar la cabeza durante un tiempo prolongado.
Existen en el mercado productos de ayuda para la prevención de la formación de úlceras por presión. Desde Cuidado Mayores Madrid le recomendamos que se informe acerca de todos ellos y de cómo pueden ayudarle.
De esta forma encontrará por ejemplo colchones específicamente diseñados para evitar la formación de úlceras o escaras, con un diseño especial y compuestos de aire, agua o latex.
También encontrará como complemento las almohadas, también especificas para minimizar la presión de la cabeza sobre ellas.
Existen también protectores específicos para las zonas con más propensión a la formación de úlceras: protectores de codo, talones etc.
En cualquiera de los casos, aunque se sirva de estas ayudas para facilitar su trabajo y prevenir la formación de úlceras, recuerde que no son medidas sustitutivas del resto de cuidados, específicamente de la movilización, que es fundamental para prevenir la aparición de estos problemas.
En el siguiente artículo, desde Cuidado Mayores Madrid, le detallaremos cómo realizar los cuidados de las úlceras por presión para su correcta curación.
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